El Futuro de América

La iglesia tiene que entender el valor de usar lenguaje fuerte, firme y enfático. No va a ser agradable ni se va a sentir muy bien, pero ¿a quién queremos agradar al hombre o a Dios? El mal debe ser expuesto como lo que es y no ser llamado algo diferente; El pueblo de Dios no están llamados a ser políticamente correctos, sino bíblicamente correctos. Los predicadores no son llamados a ser agradables donde se necesitan palabras fuertes de las Escrituras. La realidad es que la condición de Estados Unidos está tan lejos de su fundación original y, por primera vez en su historia un presidente le dice al mundo "Estados Unidos no es una nación cristiana." El cristianismo estadounidense no respondió con una fuerte indignación o resistencia a esa declaración. Jesús no siempre era amable y tampoco debemos ser nosotros cuando es imprescindible para defender la verdad de Dios.