El Futuro de América

La quietud supuesto de un buen hombre seduce al criminal, mientras que las armas, por otra parte, como las leyes, desalientan y mantienen al invasor y al saqueador en el temor, y mantienen el orden en el mundo, así como la propiedad. El mismo equilibrio se mantendría en todo el mundo si todos estuvieran desprovistos de armas porque todos estaríamos igual, pero como otros no entregaran sus armas, más vale que otros no se atreven a dejarlas a un lado. Horrenda maldad sobrevendría si la mitad del mundo fuera privado del uso de sus armas "-. Thomas Paine