Abril 18
ESCRITURA:
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1).
TESORO BÍBLICO:
En el Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer “nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí: disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
PUNTODEACCIÓN:
¿Esta usted practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100% disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.