La batalla que David tenía con su conflicto interno  se presenta en los Salmos 42 y 43 lo hace anhelar la presencia de Dios.

Mis lágrimas han sido mi alimento día y noche
mientras me dicen todos los días: “¿Dónde está tu Dios?”.

Ciertamente, Dios no había abandonado a Su hijo, pero durante los momentos de debilidad todos podemos testificar que a veces se siente de esa manera. ¿Cómo podemos volver a tener la seguridad de que Dios está con nosotros? ¿Cómo podemos hallar esperanza en el cuidado de Dios cuando estamos en el suelo, cuando estamos enfrentando el afán del conflicto interno? David se habla a sí mismo (v. 4):

Recuerdo estas cosas y derramo mi alma dentro de mí:
cuando pasaba con la muchedumbre, guiándolos hasta la casa de Dios, con voz de alegría y de acción de gracias de la multitud en fiesta.

Una traducción más exacta del original sería utilizar el verbo “recordar” en su conjugación futura: “recordaré”. David se decía estas cosas a sí mismo. A veces, conversar consigo mismo de manera positiva y saludable es una buena terapia. Él nos dice que cuando se sienta triste, recuerde los días pasados de triunfo cuando Dios se veía tan real y Su presencia era clara. David decía: “¡Recuerdo esos días! ¡Días de bendición, de gozo y gratitud!”. Después de recordar tales días, él se pregunta (v. 5):

¿Por qué te abates, oh alma mía,
y te turbas dentro de mí?
Espera a Dios, porque aún le he de alabas
¡Él es la salvación de mi ser!

David se pregunta: “¿Por qué voy a sentirme triste y deprimido cuando tengo recuerdos tan positivos?”. Eso recuerdos tan especiales de sus victorias pasadas podían animarlo.

Cuando se sienta atribulado por el conflicto, recuerde las victorias pasadas y piensa en las cosas que Dios ha hecho por usted. Recuerde que el Señor de su pasado sigue siendo el Señor de su presente.

Consiga un diario y empiece a escribir en él acerca de la provisión y la protección de Dios. Comience con aquellos recuerdos del pasado y escriba un breve resumen al respecto. Luego, cada vez que el Señor haga algo especial que demuestre Su cuidado por usted, regístrelo allí. Cuando el lugar de disturbio comience a asomar a su cabeza nuevamente, recuerde su propia historia de la fidelidad de Dios.

Adaptado del libro Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2014 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.