Destrozados. Los sueños de que sus hijos crezcan para ser cristianos consagrados ahora yacen como cristales destrozados sobre un piso de mármol.

“Mamá, soy homosexual,” anuncia su hijo.

Su hija revela: “Papá, me voy a vivir con mi novio."

Estas palabras le cortan la respiración. Su hijo adulto no sólo está huyendo de Dios, sino también de ustedes. El engaño del pecado sexual golpea a su familia con un porrazo retumbante y los fragmentos le atraviesan el corazón.

Un retrato de la familia, con su hijo y su conviviente varón no es lo que usted había esperado enmarcar y colgar en la sala. La figura faltante de su hija, que se ha mudado al otro lado de la nación para vivir con su novio, deja una herida que ninguna perogrullada cristiana puede restañar.

Usted necesita principios sólidos, bíblicos, como cimiento para relacionarse con sus hijos adultos. Los siguientes son tres faros bíblicos que proveen alguna dirección.

Ore apasionadamente. Tennyson escribió: “Más cosas se producen en este mundo por la oración que las que mundo sueña." En medio de candente dolor y quebrantamiento, busque al Señor Jesucristo, nuestra Fuente de fortaleza y esperanza. Ore. Cuando usted habla, usted usa sólo sus palabras. Pero cuando ora, usted le pide al Padre que intervenga. Él tiene el poder para cambiar corazones (1 Pedro 3:12, Santiago 5:16).

Ore regularmente por su hijo o hija, pidiendo que Dios le abra los ojos al error de su estilo de vida. Busque maneras prácticas y específicas de incorporar oración por su hijo o hija en su rutina diaria. Por ejemplo, una madre decidió reunirse con otras dos madres para tomar café cada semana, a fin de pasar una hora orando específicamente por sus hijos errantes. Otra pareja usa las horas de las comidas como oportunidad para ponerse al día en cuanto a los sucesos de la familia y dedicar tiempo después la comida para orar en forma concentrada por una hija. En oración vertemos ante nuestro Padre celestial el caos interno de nuestros corazones, y la paz de Dios nos llena (Filipenses 4:6-7). La oración también es la clave para entender cómo relacionarse con su pródigo de una manera saludable (Santiago 1:5).

Hable con la verdad. Abrace la verdad de la palabra de Dios al considerar sus relaciones en familia. ¿Qué creencia yace detrás de las acciones de su hijo? ¿Qué motivaciones impulsaron a su hija a la rebelión? El pecado puede estorbar la capacidad de una persona para pensar y actuar de acuerdo a la Biblia. Algunas personas que luchan en asuntos sexuales pueden haber estado expuestas a la pornografía o haber sido víctimas de ultraje sexual. Todos han escogido seguir un deseo pecaminoso. A la raíz de todo pecado por lo general hallamos creencias erradas que necesitan ser alineadas con la verdad de la Biblia. La conducta rebelde empieza en el corazón.

Abrazar la verdad incluye un hambre implacable por la Biblia, enterándose expresamente de la enseñanza bíblica sobre la sexualidad y las relaciones personales. El quebrantamiento sexual se puede curar sólo mediante la nutrición de la verdad y la luz: "Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz, pues todo lo que se hace visible es luz" (Efesios 5:13-14).

¿Necesitan cultivo las relaciones de su familia? ¿De qué manera? ¿Cómo están enfrentando la verdad del pecado de su hijo? Una madre admitió bañada en lágrimas: "No puedo enfrentarme a esto. Estoy muy avergonzada, y no quiero que nadie sepa de ella." Los padres pueden preocuparse más por cómo el pecado del hijo los afecta a ellos, antes que sentirse tristes por el corazón partido del hijo. Póngase acuerdo con Dios en cuanto a su propio pecado y el pecado de sus hijos (1 Juan 1:9, Salmos 103:8-14). Cuando usted ve la situación como realmente es, entonces está equipado para avanzar en la libertad que el perdón de Dios trae.

Ame abundantemente. ¿Significa, esto de abrazar la verdad, que simplemente debe aceptar el pecado y seguir adelante? No necesariamente.

Jesús mostró el perfecto equilibrio entre la gracia y la verdad (Juan 1:14, 17). Aunque nosotros todavía nos quedamos cortos de la marca de perfección, el equilibrio de Jesús es nuestra meta. Al abrazar la verdad no deje de amar a su hijo o hija. Manténgase unido a su cónyuge, discerniendo cuidadosamente el equilibrio entre amar a su hijo y con todo rehusar condonar sus opciones de pecado. Puede preguntarse: "¿Dónde trazo la línea? ¿Si me comporto con gracia y ofrezco hospitalidad comunica que no considero serio el pecado?" Después de todo, Pablo dice en 1 Corintios 5:11: "Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis.”

Tal vez la paráfrasis de Eugene Peterson ayudará a aclarar lo que Pablo quiere decir: “Pero estoy diciendo que no deben actuar como si todo estuviera bien cuando uno de sus compañeros cristianos es promiscuo o avaro, difama a Dios o es grosero con sus amigos, se emborracha o se vuelve avariento y usurero. No pueden simplemente seguir en todo esto, tratándolo como si fuera conducta aceptable” (1 Corintios 5:11 The Message, en inglés).

El hecho de comunicar la verdad con amor será diferente de familia en familia. Muchos casos exigen una fuerte dosis de amor firme, gentil pero firmemente rehusando socializar con su ser querido descarriado mientras continúe empecinado en su pecado. O puede decidir cultivar la relación pero manteniendo las fiestas y las comidas en familia fuera de límites. En raros casos, usted tal vez decida recibir al "otro significante" con brazos abiertos y atraerlo con el amor de Cristo.

Una familia escogió cultivar la relación con la compañera lesbiana de su hija. ¿Por qué? Deseaban enseñarle modelando dinámica familiar bíblica. Cuando la relación entre ella y su hija se acabó, mantuvieron contacto con ella. Como resultado esas relaciones saludables la llevaron al Salvador y le ayudaron a sanar su corazón herido.

Al considerar su respuesta pregúntese: "¿Qué quiero ver que suceda al relacionarme con mi hijo o hija? ¿Qué es lo que más facilitará que vuelva a una correcta relación con Jesucristo?" En oración considere cómo puede mostrar amor sin sacrificar la verdad. Cualquiera que sea el curso que escoja, sea firme. Los corazones rebeldes tal vez quieran presionar los límites, a menudo simplemente para ver cuán firme es usted en cuanto a esos límites. Sea amable, pero sin acomodos cuando se trata de normas.

Ore apasionadamente. Hable con la verdad. Ame abundantemente. Sean los que sean los límites que su familia decide imponer, asegúrese de comunicar su amor y procurar cultivar relaciones saludables; esto es la gran necesidad en la vida de su hijo. Estudie la relación de Cristo con los que persistían en pecado (Lucas 7:36–50, Juan 4:1–5:15, Juan 12:37–50). En toda interacción, esfuércese por hablar la verdad y mostrar gracia.

Recursos

Chuck habla sobre “Cómo Confrontar lo Desagradable” en nuestra serie La Familia Fuerte, y provee dirección para su familia al responder a su pródigo. Para ayudar con los que están atrapados en el pecado sexual, también recomendamos los siguientes recursos:

Homosexualidad:

Exodus Latinoamerica
Apartado Postal 4-25
Cuernavaca, Morelos
62451 MEXICO
http://www.exoduslatinoamerica.org/

Enfoque a La Familia
8605 Explorer Drive
Colorado Springs, CO 80920
(800) 434-2345
http://www.family.org/

Worthen, Anita, and Bob Davies. Someone I Love is Gay: How Family and Friends Can Respond. Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1996.

Davies, Bob, and Lori Rentzel. Coming Out of Homosexuality: New Freedom for Men and Women. Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 1993.

Ferree, Marnie C. No Stones: Women Redeemed from Sexual Shame. Longwood, Fla.: Xulon Press, 2002.

Roberts, Ted. Pure Desire: Helping People Break Free from Sexual Struggles. Ventura, Calif.: Regal Books, 1999.

Laaser, Mark. Healing the Wounds of Sexual Addiction. Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing Company, 2004.

Harry Schaumburg. False Intimacy: Understanding the Struggle of Sexual Addiction. Colorado Springs, Colo.: NavPress, 1997.

Laurie Hall. An Affair of the Mind: One Woman’s Courageous Battle to Salvage Her Family from the Devastation of Pornography. Carol Stream, Ill.: Tyndale House Publishers, 1998.