Visión Para Vivir

Las relaciones sexuales ilícitas no son nada nuevo en la sociedad de hoy. La tentación sexual es tan antigua como la humanidad misma, y siempre prometiendo más de lo que en realidad puede dar. Las palabras grotescas con las que antes se la describía, ahora han sido sustituidas por otras más aceptables. Por ejemplo, al adulterio, ahora se le llama “una aventura”. Al engaño e intercambio de cónyuge, se le llama “relación extra-marital”. Estos términos más placenteros causan que la fealdad del sexo ilícito sea velado en el misterio, la fascinación y el entusiasmo. Lo que antes se hablaba en términos cuidadosamente protegidos, ahora se mencionan explícitamente en las pantallas de cine y las telenovelas. Hablar de sexo vende y produce grandes índices de audiencia. El sexo es una gran industria; nuestra sociedad está saturada de sexo. Por lo tanto, hablar de pureza sexual en una sociedad como la nuestra, pareciera insignificante. . .sin embargo, es sumamente esencial. Preste cuidadosa atención a este mensaje. Lo que escuche pudiera significar su supervivencia.

La libertad y la vida sin duda son dos de los valores más preciados, y que todo ser humano desea para sí mismo y las personas que ama. Pero, cuando se trata del aborto, estos valores parecen polos opuestos. En términos concretos, los defensores en pro de la libre elección, afirman que la mujer es la única persona que tiene facultad para decidir sobre su cuerpo y por lo tanto de abortar, y que el Estado no tiene en lo absoluto derecho a intervenir, pues se estarían violando los derechos de la mujer. En caso contrario, los defensores en pro del derecho a la vida, aseguran que el feto está vivo desde el momento de la fecundación, por lo que se tiene la obligación ética, moral y religiosa de preservar y cuidar esa vida, por lo tanto el aborto en cualquier etapa del embarazo equivale a un asesinato. Sin embargo, lo que a menudo se pasa por alto en estas discusiones, es tomar en cuenta a la persona que ya se ha practicado un aborto. El consejo preventivo siempre está disponible, pero la ayuda correctiva y el cuidado compasivo con frecuencia brillan por su ausencia. ¿Qué podemos decirle a la mujer que ya ha tenido un aborto? ¿Cómo podemos ayudar a la persona que asesoró a un amigo o familiar a abortar a su hijo? Ésta es la “otra cara” de este tema crucial que no puede ser ignorado.

La libertad y la vida sin duda son dos de los valores más preciados, y que todo ser humano desea para sí mismo y las personas que ama. Pero, cuando se trata del aborto, estos valores parecen polos opuestos. En términos concretos, los defensores en pro de la libre elección, afirman que la mujer es la única persona que tiene facultad para decidir sobre su cuerpo y por lo tanto de abortar, y que el Estado no tiene en lo absoluto derecho a intervenir, pues se estarían violando los derechos de la mujer. En caso contrario, los defensores en pro del derecho a la vida, aseguran que el feto está vivo desde el momento de la fecundación, por lo que se tiene la obligación ética, moral y religiosa de preservar y cuidar esa vida, por lo tanto el aborto en cualquier etapa del embarazo equivale a un asesinato. Sin embargo, lo que a menudo se pasa por alto en estas discusiones, es tomar en cuenta a la persona que ya se ha practicado un aborto. El consejo preventivo siempre está disponible, pero la ayuda correctiva y el cuidado compasivo con frecuencia brillan por su ausencia. ¿Qué podemos decirle a la mujer que ya ha tenido un aborto? ¿Cómo podemos ayudar a la persona que asesoró a un amigo o familiar a abortar a su hijo? Ésta es la “otra cara” de este tema crucial que no puede ser ignorado.

Cada vez que se debate el sensible tema del aborto, surgen tres posiciones al respecto: “pro-aborto”, “pro-vida” y “pro-elección”. Las dos primeras están bien definidas; pero la última, es la que más provoca división de opiniones entre los cristianos, pues argumenta que es facultad de la madre elegir abortar o no. Cabe aquí un par de preguntas de total seriedad: ¿Es el ser humano dueño de la vida de otro ser humano, como para truncarla o tener la facultad de escoger poder hacerlo? ¿Qué posición apoya la Biblia al respecto? Creo que ha llegado el momento de tomar decisiones firmes y de hacerle saber al mundo la posición de Dios en cuanto a un asunto que nos concierne a todos. . . porque cada vida es sagrada para Dios.

Cada vez que se debate el sensible tema del aborto, surgen tres posiciones al respecto: “pro-aborto”, “pro-vida” y “pro-elección”. Las dos primeras están bien definidas; pero la última, es la que más provoca división de opiniones entre los cristianos, pues argumenta que es facultad de la madre elegir abortar o no. Cabe aquí un par de preguntas de total seriedad: ¿Es el ser humano dueño de la vida de otro ser humano, como para truncarla o tener la facultad de escoger poder hacerlo? ¿Qué posición apoya la Biblia al respecto? Creo que ha llegado el momento de tomar decisiones firmes y de hacerle saber al mundo la posición de Dios en cuanto a un asunto que nos concierne a todos. . . porque cada vida es sagrada para Dios.

Miqueas 6:8Daniel 6:1-4Todos necesitamos héroes para que nos inspiren y nos desafían a vivir una vida auténtica de integridad. Hace siglos, un héroe de integridad se mantuvo a flote en los pantanos de la transigencia ética. Su nombre era Daniel y su vida sirve como un ejemplo de autenticidad para que lleguemos a ser héroes en nuestra propia generación. Una vida bien vivida no sólo inspira a los demás, sino que también se traduce en grandes beneficios tanto en este mundo, como el que está por venir.

Miqueas 6:8Daniel 6:1-4Todos necesitamos héroes para que nos inspiren y nos desafían a vivir una vida auténtica de integridad. Hace siglos, un héroe de integridad se mantuvo a flote en los pantanos de la transigencia ética. Su nombre era Daniel y su vida sirve como un ejemplo de autenticidad para que lleguemos a ser héroes en nuestra propia generación. Una vida bien vivida no sólo inspira a los demás, sino que también se traduce en grandes beneficios tanto en este mundo, como el que está por venir.

Miqueas 6:82 Samuel  16:5-13Una batalla silenciosa hace estragos dentro de cada uno de nosotros: el conflicto entre el pecado de orgullo y la virtud de la humildad… el deseo de ser importante vs. la meta de ser como Cristo. No debería sorprendernos que cuando Dios dirigió al profeta Miqueas a decirnos lo que Dios espera de nosotros, Él incluyó “andar humildemente con tu Dios” (Miqueas 6:8 LBLA). Contrario a la opinión popular, es la humildad, no la autopromoción, un prerrequisito para tener un corazón obediente.

Miqueas 6:82 Samuel  16:5-13Una batalla silenciosa hace estragos dentro de cada uno de nosotros: el conflicto entre el pecado de orgullo y la virtud de la humildad… el deseo de ser importante vs. la meta de ser como Cristo. No debería sorprendernos que cuando Dios dirigió al profeta Miqueas a decirnos lo que Dios espera de nosotros, Él incluyó “andar humildemente con tu Dios” (Miqueas 6:8 LBLA). Contrario a la opinión popular, es la humildad, no la autopromoción, un prerrequisito para tener un corazón obediente.

Miqueas 6:8Génesis 49:28-50:21Miqueas 6:8 revela la segunda cualidad del carácter de una vida bien vivida: la bondad. Esta es una cualidad que generalmente se expresa en actos de misericordia o actos de perdón. Pocas cosas llaman tanto la atención o quedan grabadas en la memoria más que los actos de bondad inmerecida; sin embargo, tal parece que todo lo que nos rodea intenta bloquear estos actos de bondad. De todos los ejemplos bíblicos sobre estos actos maravillosos de bondad, el trato que tuvo José con sus hermanos puede ser el más notorio.