Visión Para Vivir

Joel 1:1-20; Joel 2:12-27Cada vez que un año termina, y comienza un año nuevo, hay una mezcla de nostalgia en nuestro corazón.  Porque durante el año que acaba de transcurrir pasamos situaciones de las cuales no estamos muy orgullosos. También pasaron situaciones que marcaron nuestras vidas y nuestra vida cambió por completo. También nos permite pensar que hubo cosas maravillosas que ocurrieron que son las que nos sostienen y nos siguen dando ánimo y fuerza para seguir adelante y enfrentar con una cara más resplandeciente a lo que viene por enfrente.  Sea lo que sea confiando en la soberanía del Señor. 

Juan 1:1-5; 2 Corintios 9:15¡Ah! La Navidad. . . Esa maravillosa época del año. . . Por supuesto, la Navidad significa diferentes cosas para diferentes personas. Por ejemplo, para algunos, la Navidad significa árboles, luces y decoraciones; para otros significa amistades y familiares reunidos para ponerse al día en lo que pasó en un año. Pero para todos, de una u otra manera, la Navidad tiene que ver con regalos. . . el dar regalos y el recibir regalos. Tal parece que la idea misma de regalar está entretejida en el ADN de la de Navidad. Y así debería ser. . . la Navidad sí tiene que ver con un Regalo muy especial. ¿Sabe usted cuál es ese Regalo? El Evangelio de Juan nos habla de cómo fue envuelto y cómo fue recibido ese Regalo maravilloso de Dios.   

Juan 1:1-5; 2 Corintios 9:15 ¡Ah! La Navidad. . . Esa maravillosa época del año. . . Por supuesto, la Navidad significa diferentes cosas para diferentes personas. Por ejemplo, para algunos, la Navidad significa árboles, luces y decoraciones; para otros significa amistades y familiares reunidos para ponerse al día en lo que pasó en un año. Pero para todos, de una u otra manera, la Navidad tiene que ver con regalos. . . el dar regalos y el recibir regalos. Tal parece que la idea misma de regalar está entretejida en el ADN de la de Navidad. Y así debería ser. . . la Navidad sí tiene que ver con un Regalo muy especial. ¿Sabe usted cuál es ese Regalo? El Evangelio de Juan nos habla de cómo fue envuelto y cómo fue recibido ese Regalo maravilloso de Dios.   

Proverbios 21:1; Daniel 4:35; Lucas 2:1-7 ¿Ha notado que cada vez que las celebridades del mundo del espectáculo viajan, lo hacen acompañados de cientos de asistentes, un extenso guardarropa y múltiples comodidades de lujo? Los medios de comunicación anuncian su llegada con semanas de anticipación, y al llegar, la gente se alborota para verlos por un momento y conseguir un autógrafo. Muy rara vez, estos famosos se presentan en harapos, sin maquillaje, o con deseos de hablar con la gente común. Si este es el tipo de recibimiento que el mundo le da a las celebridades, ¡imagínese el gran recibimiento que debió haber tenido el Dios del universo cuando hizo Su entrada a nuestro planeta! Pero no… la llegada de Cristo a la tierra, no fue anunciada con fanfarrias, bombos, ni platillos. No hubo despliegues de prensa, ni se organizó un gran desfile en Su honor. Jesús llegó a este mundo de la forma más humilde imaginable: como un frágil e indefenso bebé. Tome un momento para reflexionar sobre la naturaleza de la encarnación de Jesucristo— nacido de una joven campesina en un establo maloliente de una ciudad oscura, siendo adorado por unas cuantas personas. Esta humilde historia revela el carácter de nuestro Mesías, quien se humilló a sí mismo para salvar al pueblo que Él amaba. 

Proverbios 21:1; Daniel 4:35; Lucas 2:1-7 ¿Ha notado que cada vez que las celebridades del mundo del espectáculo viajan, lo hacen acompañados de cientos de asistentes, un extenso guardarropa y múltiples comodidades de lujo? Los medios de comunicación anuncian su llegada con semanas de anticipación, y al llegar, la gente se alborota para verlos por un momento y conseguir un autógrafo. Muy rara vez, estos famosos se presentan en harapos, sin maquillaje, o con deseos de hablar con la gente común. Si este es el tipo de recibimiento que el mundo le da a las celebridades, ¡imagínese el gran recibimiento que debió haber tenido el Dios del universo cuando hizo Su entrada a nuestro planeta! Pero no… la llegada de Cristo a la tierra, no fue anunciada con fanfarrias, bombos, ni platillos. No hubo despliegues de prensa, ni se organizó un gran desfile en Su honor. Jesús llegó a este mundo de la forma más humilde imaginable: como un frágil e indefenso bebé. Tome un momento para reflexionar sobre la naturaleza de la encarnación de Jesucristo— nacido de una joven campesina en un establo maloliente de una ciudad oscura, siendo adorado por unas cuantas personas. Esta humilde historia revela el carácter de nuestro Mesías, quien se humilló a sí mismo para salvar al pueblo que Él amaba. 

Mateo 1:3-4; Lucas 1:18-20Muchas de las cosas significativas en la vida comienzan en formas aparentemente insignificantes. Cuando las ondas sonoras entran en el oído humano, rebotan en tres minúsculos huesos: el martillo, el yunque y el estribo. Las vibraciones resultantes envían un mensaje al cerebro, donde se emplea la lógica en el proceso de toma de decisiones. Entonces, el oyente toma ciertas medidas de acción basados en las palabras que oye. Zacarías, María, José y Herodes oyeron el mensaje con sus oídos. Sus martillos, yunques y estribos transportaron a sus cerebros el anuncio de la llegada del Mesías. Y ¿cuáles fueron sus reacciones? Zacarías dudó, María y José creyeron, y Herodes rechazó el mensaje. Y cada una de sus respuestas tuvieron resultados significativos.

Mateo 1:3-4; Lucas 1:18-20Muchas de las cosas significativas en la vida comienzan en formas aparentemente insignificantes. Cuando las ondas sonoras entran en el oído humano, rebotan en tres minúsculos huesos: el martillo, el yunque y el estribo. Las vibraciones resultantes envían un mensaje al cerebro, donde se emplea la lógica en el proceso de toma de decisiones. Entonces, el oyente toma ciertas medidas de acción basados en las palabras que oye. Zacarías, María, José y Herodes oyeron el mensaje con sus oídos. Sus martillos, yunques y estribos transportaron a sus cerebros el anuncio de la llegada del Mesías. Y ¿cuáles fueron sus reacciones? Zacarías dudó, María y José creyeron, y Herodes rechazó el mensaje. Y cada una de sus respuestas tuvieron resultados significativos.

Isaías 7:14; 9:6-7; Gálatas 4:4-5Dios no anda con prisas. Él cuidadosa y minuciosamente lleva a cabo el plan que se fija en mente. Desde la salida del sol hasta su puesta, Dios se toma el tiempo necesario para llevar a cabo Su voluntad soberana. Que diferente a nosotros que somos impacientes, ansiosos e impulsivos, siempre preguntándonos por qué las cosas no suceden tan rápido como queremos. Algunas veces nos olvidamos de las palabras del Salmo 115:3, que dice: “Nuestro Dios está en los cielos y hace lo que le place”. Y le plació al Padre enviar a Su Hijo a nuestro mundo corrompido en el tiempo perfecto. En el pasado eterno, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo pusieron en marcha el plan de la redención sin prisas. Y la paciencia de Dios y precisa preparación dieron como resultado la llegada de Jesús el día de Navidad.  

Isaías 7:14; 9:6-7; Gálatas 4:4-5Dios no anda con prisas. Él cuidadosa y minuciosamente lleva a cabo el plan que se fija en mente. Desde la salida del sol hasta su puesta, Dios se toma el tiempo necesario para llevar a cabo Su voluntad soberana. Que diferente a nosotros que somos impacientes, ansiosos e impulsivos, siempre preguntándonos por qué las cosas no suceden tan rápido como queremos. Algunas veces nos olvidamos de las palabras del Salmo 115:3, que dice: “Nuestro Dios está en los cielos y hace lo que le place”. Y le plació al Padre enviar a Su Hijo a nuestro mundo corrompido en el tiempo perfecto. En el pasado eterno, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo pusieron en marcha el plan de la redención sin prisas. Y la paciencia de Dios y precisa preparación dieron como resultado la llegada de Jesús el día de Navidad.  

Isaías 7:14; 9:6-7; Gálatas 4:4-5Dios no anda con prisas. Él cuidadosa y minuciosamente lleva a cabo el plan que se fija en mente. Desde la salida del sol hasta su puesta, Dios se toma el tiempo necesario para llevar a cabo Su voluntad soberana. Que diferente a nosotros que somos impacientes, ansiosos e impulsivos, siempre preguntándonos por qué las cosas no suceden tan rápido como queremos. Algunas veces nos olvidamos de las palabras del Salmo 115:3, que dice: “Nuestro Dios está en los cielos y hace lo que le place”. Y le plació al Padre enviar a Su Hijo a nuestro mundo corrompido en el tiempo perfecto. En el pasado eterno, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo pusieron en marcha el plan de la redención sin prisas. Y la paciencia de Dios y precisa preparación dieron como resultado la llegada de Jesús el día de Navidad.