

La Sumisión – Soltando Nuestro Puño
Cristo ejemplificó el acto más perfecto de sumisión cuando Él dejó Su lugar en la gloria y vino a la tierra, tomó forma humana y murió por nosotros. Cuando seguimos el ejemplo de Cristo y por fe sometemos a Dios las cosas que obstaculizan el cumplimiento de Su propósito en nosotros, nos sorprenderemos por la libertad que viene después de hacerlo. Al soltar nuestro puño, descubrimos que las cosas a las que creíamos que necesitábamos aferrarnos, en realidad eran las que nos mantenían esclavizados.
Featured Resources From Visión Para Vivir

¿Qué tan diferente cree usted que somos los cristianos de los no cristianos? Es decir, dejando a un lado nuestra fe en Cristo, ¿cuán diferente somos? Si somos honestos, no diferimos en mucho. Por ejemplo, ¿tiene usted pagos de hipoteca y de automóvil? Ellos también. ¿Batalla usted con emociones que a veces se salen de control? Ellos también. ¿Tiene usted comidas que preparar? Ellos también. ¿Lo ve? En éstas y otras tantas cosas no somos diferentes a los no creyentes que nos rodean. La única excepción es que los no cristianos no saben realmente quién es Jesús. Pero usted sí lo sabe y puede mostrarles y comunicarles cómo Cristo ha hecho una gran diferencia en su vida. ¿Qué tan preparado se siente para comunicarles el mensaje que ha transformado su vida? ¿Qué le detiene a hacerlo?

