

La Gloria de Dios, Parte 2
Si la raza humana entera quedara ciega de repente, el sol seguiría brillando de día y la luna de noche. Si de repente todos nosotros nos quedáramos sordos, los pájaros seguirían cantando y los arroyos balbuceando. Y si de repente nos contagiáramos con la «enfermedad» del ateísmo, Dios seguiría existiendo en Su gloria resplandeciente. El creer o no en Dios no le añade nada a ni le quita algo de Su gloria, de la misma manera que nuestros sentidos visuales o auditivos controlan al sol y a los pájaros. Y aún si de repente se apoderara de nosotros la desobediencia y la arrogancia de robarle la gloria de Dios, con todo, Él no sería disminuido en lo más mínimo. La GLORIA de Dios es Suya y únicamente Suya, y no la comparte con nadie más.
Featured Resources From Visión Para Vivir

¿Qué tan diferente cree usted que somos los cristianos de los no cristianos? Es decir, dejando a un lado nuestra fe en Cristo, ¿cuán diferente somos? Si somos honestos, no diferimos en mucho. Por ejemplo, ¿tiene usted pagos de hipoteca y de automóvil? Ellos también. ¿Batalla usted con emociones que a veces se salen de control? Ellos también. ¿Tiene usted comidas que preparar? Ellos también. ¿Lo ve? En éstas y otras tantas cosas no somos diferentes a los no creyentes que nos rodean. La única excepción es que los no cristianos no saben realmente quién es Jesús. Pero usted sí lo sabe y puede mostrarles y comunicarles cómo Cristo ha hecho una gran diferencia en su vida. ¿Qué tan preparado se siente para comunicarles el mensaje que ha transformado su vida? ¿Qué le detiene a hacerlo?

