

Enfrentándose al Legalismo
Cristo ha liberado a Sus seguidores. . . Ya no están viviendo bajo la ley, ya no están esclavizados por el poder dominante del pecado, y ya no están siendo afectados por una vida de culpabilidad y vergüenza; los creyentes ya son «verdaderamente libres» (Juan 8:36). Jesús habló abiertamente de Su deseo de que «tengamos vida. . . en abundancia» (10:10). ¡Qué provisiones! ¡Qué gracia! Libres en Cristo, hemos sido liberados de los grilletes de la esclavitud del pecado. Trágicamente, muchos creyentes no viven vidas basadas en la gracia en su máxima expresión. Muchos cristianos son unos estirados, inflexibles, inhibidos, demasiado cautelosos y muy temerosos. No es difícil entender la razón. El triste, intimidante e implacable mensaje anti-gracia del legalismo ha eclipsado el mensaje liberador del Hijo, dejándonos victimizados y paralizados, obsesivamente preocupados por lo que otros puedan pensar, decir o hacer. Vamos a exponer el legalismo por lo que es y explorar las consecuencias que acarrea para aquellos que estaban destinados a ser libres, pero de hecho, están viviendo como esclavos.
Featured Resources From Visión Para Vivir

¿Qué tan diferente cree usted que somos los cristianos de los no cristianos? Es decir, dejando a un lado nuestra fe en Cristo, ¿cuán diferente somos? Si somos honestos, no diferimos en mucho. Por ejemplo, ¿tiene usted pagos de hipoteca y de automóvil? Ellos también. ¿Batalla usted con emociones que a veces se salen de control? Ellos también. ¿Tiene usted comidas que preparar? Ellos también. ¿Lo ve? En éstas y otras tantas cosas no somos diferentes a los no creyentes que nos rodean. La única excepción es que los no cristianos no saben realmente quién es Jesús. Pero usted sí lo sabe y puede mostrarles y comunicarles cómo Cristo ha hecho una gran diferencia en su vida. ¿Qué tan preparado se siente para comunicarles el mensaje que ha transformado su vida? ¿Qué le detiene a hacerlo?

