

Dejando un Legado de una Misión Personal
Los líderes sin propósito, son como barcos sin timón. Pueden ser carismáticos y elocuentes, llenos de pasión y vigor, pero se mueven sin rumbo fijo y sin dirección. Sus decisiones a menudo se basan en los resultados de encuestas en lugar de sustancia y principios. Ellos hablan sin decir nada rodeando el asunto en lugar de atacarlo de frente. Sus seguidores se sienten frustrados, desilusionados y se vuelven desleales. Por otro lado, los líderes exitosos tienen un sentido distinto de la misión. Ellos pueden dirigir con destreza sus embarcaciones hacia el destino deseado y motivan a los demás a seguirles. Sus decisiones están basadas en principios sólidos y se basan en el panorama general en lugar de la opinión popular o los caprichos emocionales de alguien. Ellos pueden comunicar claramente sus objetivos a sus seguidores y medir el éxito con más que solo sentimientos. Sin embargo, sin importar cuán grandioso sea el líder, ninguna misión puede ser cumplida sin la participación entusiasta de sus seguidores. Por consiguiente, dentro del contexto de una misión corporativa, cada individuo necesita tener una misión personal.
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Usted ha escuchado todos los términos. Él se hizo cristiano. Ella encontró la religión. Él aceptó a Jesús como su Salvador. Ella le pidió a Jesús que entre en su corazón. Él entregó su vida a Cristo. Cristiano. Creyente. Discípulo. Y el más incomprendido de todos: nacido de nuevo. Inevitablemente todos los términos más descriptivos pueden llegar a ser triviales o superficiales, perdiendo la esencia para poder describir adecuadamente la profunda transformación en la vida de una persona. Cuando los términos causan confusión, necesitamos regresar al principio y ver todo desde una nueva perspectiva. El pastor Charles R. Swindoll reexamina el lenguaje utilizado por la Biblia para descubrir lo que significa comenzar una vida nueva como Cristiano. Su enfoque en la vida real y su característica visión académica le ayudará a entender y a aplicar con sabiduría la invitación de Jesús a «nacer de nuevo».

