Los líderes sin propósito, son como barcos sin timón. Pueden ser carismáticos y elocuentes, llenos de pasión y vigor, pero se mueven sin rumbo fijo y sin dirección. Sus decisiones a menudo se basan en los resultados de encuestas en lugar de sustancia y principios. Ellos hablan sin decir nada rodeando el asunto en lugar de atacarlo de frente. Sus seguidores se sienten frustrados, desilusionados y se vuelven desleales. Por otro lado, los líderes exitosos tienen un sentido distinto de la misión. Ellos pueden dirigir con destreza sus embarcaciones hacia el destino deseado y motivan a los demás a seguirles. Sus decisiones están basadas en principios sólidos y se basan en el panorama general en lugar de la opinión popular o los caprichos emocionales de alguien. Ellos pueden comunicar claramente sus objetivos a sus seguidores y medir el éxito con más que solo sentimientos. Sin embargo, sin importar cuán grandioso sea el líder, ninguna misión puede ser cumplida sin la participación entusiasta de sus seguidores. Por consiguiente, dentro del contexto de una misión corporativa, cada individuo necesita tener una misión personal.
March 26, 2020
Los líderes sin propósito, son como barcos sin timón. Pueden ser carismáticos y elocuentes, llenos de pasión y vigor, pero se mueven sin rumbo fijo y sin dirección. Sus decisiones a menudo se basan en los resultados de encuestas en lugar de sustancia y principios. Ellos hablan sin decir nada rodeando el asunto en lugar de atacarlo de frente. Sus seguidores se sienten frustrados, desilusionados y se vuelven desleales. Por otro lado, los líderes exitosos tienen un sentido distinto de la misión. Ellos pueden dirigir con destreza sus embarcaciones hacia el destino deseado y motivan a los demás a seguirles. Sus decisiones están basadas en principios sólidos y se basan en el panorama general en lugar de la opinión popular o los caprichos emocionales de alguien. Ellos pueden comunicar claramente sus objetivos a sus seguidores y medir el éxito con más que solo sentimientos. Sin embargo, sin importar cuán grandioso sea el líder, ninguna misión puede ser cumplida sin la participación entusiasta de sus seguidores. Por consiguiente, dentro del contexto de una misión corporativa, cada individuo necesita tener una misión personal.
March 25, 2020
La historia es un maestro maravilloso, pero todo ya ha ocurrido. Lo que estamos haciendo en este momento, en lo que se refiere a las cosas importantes de la vida, le proporcionará a nuestros seres queridos la historia sobre la cual ellos podrán edificar. A menudo hablamos de que nos apoyamos sobre los hombros de lo que nuestros antepasados han logrado. Esas son el tipo de palabras útiles sobre las cuales trataremos en esta serie. Vamos a estar pensando en lo que somos y cómo hemos llegado a ser así. Cómo hemos cambiado y por qué. Incluso, vamos a estar pensando en el futuro, en planificar la manera de hacer mejor las cosas que salieron mal, y cómo vamos a evitar cometer el mismo error de nuevo. Dios quiere que recordemos. Dios quiere que hagamos «hitos» en nuestras vidas.
March 24, 2020
La historia es un maestro maravilloso, pero todo ya ha ocurrido. Lo que estamos haciendo en este momento, en lo que se refiere a las cosas importantes de la vida, le proporcionará a nuestros seres queridos la historia sobre la cual ellos podrán edificar. A menudo hablamos de que nos apoyamos sobre los hombros de lo que nuestros antepasados han logrado. Esas son el tipo de palabras útiles sobre las cuales trataremos en esta serie. Vamos a estar pensando en lo que somos y cómo hemos llegado a ser así. Cómo hemos cambiado y por qué. Incluso, vamos a estar pensando en el futuro, en planificar la manera de hacer mejor las cosas que salieron mal, y cómo vamos a evitar cometer el mismo error de nuevo. Dios quiere que recordemos. Dios quiere que hagamos «hitos» en nuestras vidas.
March 23, 2020
La verdad es que las despedidas no son muy agradables. A veces hasta la palabra es un poco incómoda por eso preferimos decir «¡Hasta la vista!» o «Te llamaré». «Adiós» suena tan conclusivo y final. Entre dos creyentes, un adiós puede encender una llama poderosa de la presencia de Dios en los corazones de los que se van y de los que se quedan. Pablo concluye su carta a los tesalonicenses con una despedida así. En lugar de terminar con un superficial: «¡Sonrían! Su seguro servidor, Pablo», usa seis versículos para animar con gracia a sus lectores mediante una bendición que es el punto emocional y culminante de toda su carta.
March 20, 2020
La verdad es que las despedidas no son muy agradables. A veces hasta la palabra es un poco incómoda por eso preferimos decir «¡Hasta la vista!» o «Te llamaré». «Adiós» suena tan conclusivo y final. Entre dos creyentes, un adiós puede encender una llama poderosa de la presencia de Dios en los corazones de los que se van y de los que se quedan. Pablo concluye su carta a los tesalonicenses con una despedida así. En lugar de terminar con un superficial: «¡Sonrían! Su seguro servidor, Pablo», usa seis versículos para animar con gracia a sus lectores mediante una bendición que es el punto emocional y culminante de toda su carta.
March 19, 2020
¿Tiene usted el valor para ser un cristiano contagioso? Tal vez usted nunca se había dado cuenta que ser contagioso en su cristianismo requiere valor, por eso le ruego que lo piense por un momento. Para que logremos que aflore la presencia contagiosa de Cristo en nuestra vida diaria requiere el valor para hacer ciertas cosas. Como sonreírle a la vida en vez de tenerle pavor. Escuchar el «¡sí puedes!» de Dios antes que el «¡ten cuidado!» de los que nos rodean. Ser entusiasta en lugar de pesimista con respecto a lo que se nos presenta cada día. Pablo comprendía que este intercambio de aliento era vital, y por eso mandó a los creyentes tesalonicenses a que «se animen unos a otros» (1 Tesalonicenses 5:11). Él anhelaba de corazón que ellos se edificaran mutuamente, y por eso les entregó una lista de rasgos necesarios para que su fe y la nuestra sean una fe contagiosa.
March 18, 2020
¿Tiene usted el valor para ser un cristiano contagioso? Tal vez usted nunca se había dado cuenta que ser contagioso en su cristianismo requiere valor, por eso le ruego que lo piense por un momento. Para que logremos que aflore la presencia contagiosa de Cristo en nuestra vida diaria requiere el valor para hacer ciertas cosas. Como sonreírle a la vida en vez de tenerle pavor. Escuchar el «¡sí puedes!» de Dios antes que el «¡ten cuidado!» de los que nos rodean. Ser entusiasta en lugar de pesimista con respecto a lo que se nos presenta cada día. Pablo comprendía que este intercambio de aliento era vital, y por eso mandó a los creyentes tesalonicenses a que «se animen unos a otros» (1 Tesalonicenses 5:11). Él anhelaba de corazón que ellos se edificaran mutuamente, y por eso les entregó una lista de rasgos necesarios para que su fe y la nuestra sean una fe contagiosa.
March 17, 2020
Suponga que usted tiene un amigo creyente que se ha salido del sendero de Dios y ha vuelto a los caminos del mundo. Ya no asiste a los cultos, no quiere ni oír de las cosas espirituales y está descuidando sus responsabilidades familiares. Su pensamiento inicial es: Debo amonestar a mi amigo. Sin embargo, cuando se encuentra con esta persona todo lo que oye es una historia que le parte el corazón, y muestra su frustración y desilusión, y usted piensa: No, no tengo corazón para amonestarlo. Piense lo siguiente: ¿Son las acciones de su amigo el resultado de la indisciplina, desaliento, debilidad, o una combinación de todo eso? ¿Debería usted confrontarle o consolarle? ¿Debería su amor ser firme o tierno? Si está luchando con estas cuestiones, entonces usted realmente apreciará las palabras de Pablo a los tesalonicenses, aún y cuando estas se escribieron en el primer siglo.
March 16, 2020
Suponga que usted tiene un amigo creyente que se ha salido del sendero de Dios y ha vuelto a los caminos del mundo. Ya no asiste a los cultos, no quiere ni oír de las cosas espirituales y está descuidando sus responsabilidades familiares. Su pensamiento inicial es: Debo amonestar a mi amigo. Sin embargo, cuando se encuentra con esta persona todo lo que oye es una historia que le parte el corazón, y muestra su frustración y desilusión, y usted piensa: No, no tengo corazón para amonestarlo. Piense lo siguiente: ¿Son las acciones de su amigo el resultado de la indisciplina, desaliento, debilidad, o una combinación de todo eso? ¿Debería usted confrontarle o consolarle? ¿Debería su amor ser firme o tierno? Si está luchando con estas cuestiones, entonces usted realmente apreciará las palabras de Pablo a los tesalonicenses, aún y cuando estas se escribieron en el primer siglo.
March 13, 2020