¿Fue su entrada triunfal?
¿Qué es lo que le pone triste? ¿Qué le hace enojar? ¿Qué cosas le irritan? Todos tenemos algo que nos molesta ¿cierto?. El problema no está en enojarse, sino en permanecer enojado, en dejar que el enojo le controle y le haga caer en pecado. En Efesios 4:26-27, Pablo nos dice: «No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo». Sin embargo, cuando se expresa correctamente, el enojo puede ser la respuesta más espiritualmente productiva a la injusticia. Sí, hay un tiempo y un lugar para la indignación justa, como lo vemos en el evangelio de Lucas, capítulo 19, en el que Jesús—Dios encarnado—se llenó de ira; es más, se puso tan molesto que hasta volteó unas cuantas mesas. Al igual veremos el momento en que Jesús lloró de tristeza por el extravío de Su pueblo. Conozcamos estas tres facetas en la persona de Jesús, el Hijo de Dios.
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En este libro, el pastor Charles R. Swindoll describe los principios de estudio de la Biblia que le ayudarán a comprender la Palabra de Dios, aplicarla a su propia vida y compartirla con las personas en su vida diaria. Muchas personas tratan de hacerlo por cuenta propia, sin ningún tipo de guía espiritual para esta vida y la venidera. Por esta razón, el pastor Swindoll nos enseña detalladamente en este libro cómo podemos identificar y poner en orden nuestras comidas espirituales, así como participar de un banquete de verdades alimenticias por medio de la Palabra de Dios.
