Visión Para Vivir

Deuteronomio 6; Josué 1La nueva generación de israelitas que entraron en la tierra de Canaán, fueron desafiados por Josué a marchar unidos, en alma y corazón, al invadir la tierra. Después de las motivadoras palabras finales de Moisés, este joven pueblo, se comprometió a la tarea de conquistar Canaán, tarea que completaron con la ayuda de Dios. Divididos nunca lo hubieran logrado. Unidos ellos permanecieron fuertes. Lo mismo sigue siendo cierto en nuestros días.

Deuteronomio 6; Josué 1La nueva generación de israelitas que entraron en la tierra de Canaán, fueron desafiados por Josué a marchar unidos, en alma y corazón, al invadir la tierra. Después de las motivadoras palabras finales de Moisés, este joven pueblo, se comprometió a la tarea de conquistar Canaán, tarea que completaron con la ayuda de Dios. Divididos nunca lo hubieran logrado. Unidos ellos permanecieron fuertes. Lo mismo sigue siendo cierto en nuestros días.

Éxodo 13-14; Números 11-14Moisés registró la experiencia de los antiguos hebreos en los libros de Éxodo, Números y Deuteronomio. ¡Las analogías entre ellos y nosotros son sorprendentes! Hemos reflexionado en el éxodo de la esclavitud en Egipto. En el mensaje anterior, presenciamos el cruce del Mar Rojo y su caminar hacia Canaán; y hemos llegado hasta Números 11, donde los hebreos anhelan volver a Egipto (11:1–6) o al menos un cambio de dieta. Al continuar esta historia, encontramos al pueblo con un gran descontento y están determinados a volver a lo familiar, a lo seguro, aunque esto signifique una desobediencia directa a Dios y ser esclavos de nuevo.

Éxodo 13-14; Números 11-14Moisés registró la experiencia de los antiguos hebreos en los libros de Éxodo, Números y Deuteronomio. ¡Las analogías entre ellos y nosotros son sorprendentes! Hemos reflexionado en el éxodo de la esclavitud en Egipto. En el mensaje anterior, presenciamos el cruce del Mar Rojo y su caminar hacia Canaán; y hemos llegado hasta Números 11, donde los hebreos anhelan volver a Egipto (11:1–6) o al menos un cambio de dieta. Al continuar esta historia, encontramos al pueblo con un gran descontento y están determinados a volver a lo familiar, a lo seguro, aunque esto signifique una desobediencia directa a Dios y ser esclavos de nuevo.

Éxodo 13-14; Números 11-14Moisés registró la experiencia de los antiguos hebreos en los libros de Éxodo, Números y Deuteronomio. ¡Las analogías entre ellos y nosotros son sorprendentes! Hemos reflexionado en el éxodo de la esclavitud en Egipto. En el mensaje anterior, presenciamos el cruce del Mar Rojo y su caminar hacia Canaán; y hemos llegado hasta Números 11, donde los hebreos anhelan volver a Egipto (11:1–6) o al menos un cambio de dieta. Al continuar esta historia, encontramos al pueblo con un gran descontento y están determinados a volver a lo familiar, a lo seguro, aunque esto signifique una desobediencia directa a Dios y ser esclavos de nuevo.

Cuatrocientos años después de que José trajera a la naciente nación hebrea a Egipto, Dios llamó a Moisés para que sacara a Su pueblo. El plan del Señor para Su liberación incluía varios juicios milagrosos contra los egipcios y un escape increíble a través del Mar Rojo para los israelitas. Dios incluso suplió para las necesidades de los hebreos mientras los guiaba a la Tierra Prometida. Pero los israelitas luchaban con esa nueva vida de libertad, guiados por la mano invisible y llena de gracia de Dios. En lugar de apreciar todo lo que el Señor estaba haciendo por ellos, se mantuvieron añorando su pasado estilo de vida familiar de esclavitud. Al igual que muchos de nosotros, ellos resistieron a Dios en Su intento de utilizar las cosas nada familiares para llevarlos a un lugar de total dependencia y plena confianza en su Dios.

Cuatrocientos años después de que José trajera a la naciente nación hebrea a Egipto, Dios llamó a Moisés para que sacara a Su pueblo. El plan del Señor para Su liberación incluía varios juicios milagrosos contra los egipcios y un escape increíble a través del Mar Rojo para los israelitas. Dios incluso suplió para las necesidades de los hebreos mientras los guiaba a la Tierra Prometida. Pero los israelitas luchaban con esa nueva vida de libertad, guiados por la mano invisible y llena de gracia de Dios. En lugar de apreciar todo lo que el Señor estaba haciendo por ellos, se mantuvieron añorando su pasado estilo de vida familiar de esclavitud. Al igual que muchos de nosotros, ellos resistieron a Dios en Su intento de utilizar las cosas nada familiares para llevarlos a un lugar de total dependencia y plena confianza en su Dios.

Cuatrocientos años después de que José trajera a la naciente nación hebrea a Egipto, Dios llamó a Moisés para que sacara a Su pueblo. El plan del Señor para Su liberación incluía varios juicios milagrosos contra los egipcios y un escape increíble a través del Mar Rojo para los israelitas. Dios incluso suplió para las necesidades de los hebreos mientras los guiaba a la Tierra Prometida. Pero los israelitas luchaban con esa nueva vida de libertad, guiados por la mano invisible y llena de gracia de Dios. En lugar de apreciar todo lo que el Señor estaba haciendo por ellos, se mantuvieron añorando su pasado estilo de vida familiar de esclavitud. Al igual que muchos de nosotros, ellos resistieron a Dios en Su intento de utilizar las cosas nada familiares para llevarlos a un lugar de total dependencia y plena confianza en su Dios.

Salmos 127, 128¿Qué es una familia? En una cultura donde cada papel y cada relación, desde la relación marido y mujer hasta la relación padres e hijos, está en un proceso de redefinición; lo cual resulta difícil precisar el concepto real de lo que es una familia. Inclusive para los creyentes, que tienen tantas escenas de la vida familiar ilustradas en la Biblia, es difícil poder hacer esas imágenes una realidad en el tiempo presente cuando nuestra cultura pinta un panorama tan distinto. Incrustados en el himnario del Antiguo Testamento, hay dos cantos de esperanza para la familia; dos salmos que nos inyectan nuevas fuerzas para seguir adelante y nos ayudan a comprender mejor el concepto de lo que Dios quería para la familia. Aunque no son un manual detallado para la vida familiar exitosa, estos dos himnos antiguos pintan un mural de imágenes inspiradas que representan cuatro etapas de la vida familiar: El comienzo de la familia (Salmos 127:1–2), la expansión de la familia (127:3–5), la crianza de los hijos (128:1–3), y el ocaso de la vida (128:4–6). Estos versículos pueden ayudarnos a apreciar y a mejorar la calidad de nuestras familias.

Salmos 127, 128¿Qué es una familia? En una cultura donde cada papel y cada relación, desde la relación marido y mujer hasta la relación padres e hijos, está en un proceso de redefinición; lo cual resulta difícil precisar el concepto real de lo que es una familia. Inclusive para los creyentes, que tienen tantas escenas de la vida familiar ilustradas en la Biblia, es difícil poder hacer esas imágenes una realidad en el tiempo presente cuando nuestra cultura pinta un panorama tan distinto. Incrustados en el himnario del Antiguo Testamento, hay dos cantos de esperanza para la familia; dos salmos que nos inyectan nuevas fuerzas para seguir adelante y nos ayudan a comprender mejor el concepto de lo que Dios quería para la familia. Aunque no son un manual detallado para la vida familiar exitosa, estos dos himnos antiguos pintan un mural de imágenes inspiradas que representan cuatro etapas de la vida familiar: El comienzo de la familia (Salmos 127:1–2), la expansión de la familia (127:3–5), la crianza de los hijos (128:1–3), y el ocaso de la vida (128:4–6). Estos versículos pueden ayudarnos a apreciar y a mejorar la calidad de nuestras familias.