Julio 30, 2025
Cómo preparar a los hijos para el matrimonio
PONGA ESTO EN ORACIÓN:
«Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre» (Marcos 10:9).
PIENSE EN ESTO:
La palabra «unirse» conlleva la idea de soldar, adherir, pegar con fuerza en un vínculo inquebrantable. El matrimonio debería funcionar como un pegamento eterno de Dios.
El divorcio es una transgresión de la voluntad, de la ley y del propósito de Dios. Los padres debemos enseñarles a nuestros hijos que el divorcio no es una opción.
Muéstreme dos personas que comiencen su matrimonio con la idea de que, si no funciona, se pueden divorciar, y le mostraré a dos personas con altas probabilidades de divorciarse. Pero muéstreme dos personas que inicien el matrimonio con el compromiso total de «pase lo que pase», y le mostraré a dos personas con altas probabilidades de permanecer unidas.
Cuando usted sube al avión del matrimonio, lanza el paracaídas por la borda. Si alguien menciona la palabra «divorcio», usted pone cara de extrañeza y responde: «¿Qué significa esa palabra? No entiendo ese término. ¿Qué idioma es ese? No lo hablamos. No lo discutimos. No es una opción. No es la voluntad de Dios. No es el camino de Dios. No al divorcio».
«Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer».
- ¿Conoce a alguien que tenga el tipo de matrimonio descrito en el devocional de hoy?
- Aunque el divorcio no es el deseo de Dios, muchos en la iglesia lo han experimentado con gran dolor. ¿Cómo puede animar a quienes han pasado por esta realidad?
PUNTO DE ACCIÓN:
Si está casado y tiene un diccionario impreso, tache la palabra «divorcio» y muéstreselo a su cónyuge. Esté casado o no, hoy haga algo práctico para bendecir a alguien que ha experimentado el dolor del divorcio.
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