Julio 24, 2025
Hemos sido llamados a despertar un deseo por Dios
PONGA ESTO EN ORACIÓN:
«Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él» (Proverbios 22:6).
PIENSE EN ESTO:
¿Sabía que la palabra «instruye» proviene de una raíz hebrea relacionada con una práctica que realizaban las parteras hebreas cuando nacían los bebés? Estas mojaban su dedo índice en aceite de oliva y luego en dátiles molidos. Después, tocaban el paladar del recién nacido con ese dedo. De esta manera, estimulaban el instinto de succión y despertaban el deseo de alimentarse.
De hecho, si se lleva el dedo ahora mismo al paladar, notará que, instintivamente, querrá tragar. Ese es el origen de esta palabra, que significa instruir. Literalmente, quiere decir «crear un deseo».
¡Cuánto desearía que los padres de hoy despertaran un deseo por Dios en el corazón de sus hijos! Esa es la idea: despertar en el niño un deseo por Dios para que cuando sea viejo no se aparte de Él. Eso es lo que muchos han hecho a lo largo de las generaciones del pueblo de Dios. Y eso es precisamente lo que Dios nos está llamando a hacer.
- ¿Cuáles son algunas formas prácticas de instruir a los niños para que tengan un deseo por Dios?
- ¿Cómo puede usted involucrarse activamente en esta tarea con sus hijos o con los hijos de alguien cercano?
PUNTO DE ACCIÓN:
Esta semana, tome una acción concreta para instruir a un niño y así hacer que tenga un deseo por Dios.
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