Visión Para Vivir

Lucas 1:26-38 El tema predominante de la historia de la Navidad es la esperanza—la sobrecogedora expectativa del nacimiento de un Salvador y Redentor. En una pequeña aldea al norte de Israel vivía una joven adolescente llamada María. Virtualmente desconocida por todos fuera de su pueblo, María fue favorecida por Dios para traer al mundo a su Hijo encarnado. Seguramente la noticia fue impactante para esta joven adolescente. Pero en lugar de dudar o cuestionar, María confió en el Dios omnisciente que escoge usar a una perfecta desconocida para traer gloria a su santo nombre. 

Lucas 1:26-38 El tema predominante de la historia de la Navidad es la esperanza—la sobrecogedora expectativa del nacimiento de un Salvador y Redentor. En una pequeña aldea al norte de Israel vivía una joven adolescente llamada María. Virtualmente desconocida por todos fuera de su pueblo, María fue favorecida por Dios para traer al mundo a su Hijo encarnado. Seguramente la noticia fue impactante para esta joven adolescente. Pero en lugar de dudar o cuestionar, María confió en el Dios omnisciente que escoge usar a una perfecta desconocida para traer gloria a su santo nombre. 

Eclesiastés 4:1-8 Gran parte de este antiguo diario de Salomón son meditaciones horizontales: el lado amargo, estéril y aburrido de la vida, visto a través de los ojos de un escéptico, el propio Salomón. Pero en algunas pocas y raras ocasiones, el monarca rompe con ese síndrome del escepticismo. Esas veces sus observaciones contienen una notable perspectiva vertical que raspa y quita la capa de una religión vacía y nos lleva al fundamento sólido de una relación significativa con el Dios viviente. El pasaje de la Escritura que estudiaremos hoy, presenta una de esas ocasiones. Como un oasis fresco y muy necesario en medio de un árido y seco desierto, las palabras de Eclesiastés renuevan nuestro espíritu y restauran nuestra alma. También nos permite echar un vistazo a esos momentos especiales en que salimos de nuestros compromisos laborales y sociales para adentrarnos en la imponente presencia del Señor… para adorarle y centrarnos solo en Él. ¿Cómo debemos pensar y responder ante tanto asombro? ¿Qué es lo que todo adorador debería recordar al estar ante la presencia del gran Yo Soy?

Eclesiastés 4:1-8 Gran parte de este antiguo diario de Salomón son meditaciones horizontales: el lado amargo, estéril y aburrido de la vida, visto a través de los ojos de un escéptico, el propio Salomón. Pero en algunas pocas y raras ocasiones, el monarca rompe con ese síndrome del escepticismo. Esas veces sus observaciones contienen una notable perspectiva vertical que raspa y quita la capa de una religión vacía y nos lleva al fundamento sólido de una relación significativa con el Dios viviente. El pasaje de la Escritura que estudiaremos hoy, presenta una de esas ocasiones. Como un oasis fresco y muy necesario en medio de un árido y seco desierto, las palabras de Eclesiastés renuevan nuestro espíritu y restauran nuestra alma. También nos permite echar un vistazo a esos momentos especiales en que salimos de nuestros compromisos laborales y sociales para adentrarnos en la imponente presencia del Señor… para adorarle y centrarnos solo en Él. ¿Cómo debemos pensar y responder ante tanto asombro? ¿Qué es lo que todo adorador debería recordar al estar ante la presencia del gran Yo Soy?

Eclesiastés 4:1-8 Gran parte de este antiguo diario de Salomón son meditaciones horizontales: el lado amargo, estéril y aburrido de la vida, visto a través de los ojos de un escéptico, el propio Salomón. Pero en algunas pocas y raras ocasiones, el monarca rompe con ese síndrome del escepticismo. Esas veces sus observaciones contienen una notable perspectiva vertical que raspa y quita la capa de una religión vacía y nos lleva al fundamento sólido de una relación significativa con el Dios viviente. El pasaje de la Escritura que estudiaremos hoy, presenta una de esas ocasiones. Como un oasis fresco y muy necesario en medio de un árido y seco desierto, las palabras de Eclesiastés renuevan nuestro espíritu y restauran nuestra alma. También nos permite echar un vistazo a esos momentos especiales en que salimos de nuestros compromisos laborales y sociales para adentrarnos en la imponente presencia del Señor… para adorarle y centrarnos solo en Él. ¿Cómo debemos pensar y responder ante tanto asombro? ¿Qué es lo que todo adorador debería recordar al estar ante la presencia del gran Yo Soy?

Eclesiastés 4:9-12 La soledad es un problema cada vez mayor en nuestra sociedad. Un estudio realizado por el Consejo Americano de Seguros de Vida informó que el grupo más solitario en los Estados Unidos son los estudiantes universitarios. ¡Eso sí que es sorprendente! Los siguientes en la lista son: los divorciados, los que reciben asistencia social, las madres solteras, las amas de casa y por último, los ancianos. Es verdad, estamos rodeados de muchos conocidos, pero a muy pocos de ellos podríamos considerarlos amigos realmente cercanos. Esto llevó a Salomón a dirigir la siguiente sección de su diario, no solo a la gente solitaria que está en el tope de la pirámide del éxito, sino a los que están en el medio, trabajando arduamente para ascender de puesto, así como también a los que están abajo, comenzando sus carreras. ¡En pocas palabras, nos habla a todos nosotros! Prestemos atención a su sabio consejo acerca de la incomparable bendición de tener un verdadero amigo.

Eclesiastés 4:9-12 La soledad es un problema cada vez mayor en nuestra sociedad. Un estudio realizado por el Consejo Americano de Seguros de Vida informó que el grupo más solitario en los Estados Unidos son los estudiantes universitarios. ¡Eso sí que es sorprendente! Los siguientes en la lista son: los divorciados, los que reciben asistencia social, las madres solteras, las amas de casa y por último, los ancianos. Es verdad, estamos rodeados de muchos conocidos, pero a muy pocos de ellos podríamos considerarlos amigos realmente cercanos. Esto llevó a Salomón a dirigir la siguiente sección de su diario, no solo a la gente solitaria que está en el tope de la pirámide del éxito, sino a los que están en el medio, trabajando arduamente para ascender de puesto, así como también a los que están abajo, comenzando sus carreras. ¡En pocas palabras, nos habla a todos nosotros! Prestemos atención a su sabio consejo acerca de la incomparable bendición de tener un verdadero amigo.

Eclesiastés 4:1-8 Si tuviera que pedirle que pensara en alguna persona solitaria, es muy probable que usted no escogería a una persona ocupada. También dudo que pensaría en alguien con un alto puesto directivo, como el director ejecutivo de una próspera organización, o el vendedor mejor pagado de una empresa agresiva y competitiva. Sin embargo, la mayoría de las veces, las personas que han logrado llegar a la cumbre del éxito empresarial, cuentan con pocos amigos (si es que tienen alguno). Además, luchan por mantener la paz en el hogar y a menudo viven al borde del precipicio de la desilusión, inclusive, de la desesperación. En nuestro estudio sobre el libro de Eclesiastés, llegamos a una sección en este “diario” de Salomón que trata del vacío que sienten aquellos que logran llegar a la cumbre; pero que por una razón u otra, llega a ser un individuo solitario y frustrado… y si escucha con cuidado, usted casi puede oír el clamor solitario que brota de sus labios. 

Eclesiastés 4:18                                                                                                                Si tuviera que pedirle que pensara en alguna persona solitaria, es muy probable que usted no escogería a una persona ocupada. También dudo que pensaría en alguien con un alto puesto directivo, como el director ejecutivo de una próspera organización, o el vendedor mejor pagado de una empresa agresiva y competitiva. Sin embargo, la mayoría de las veces, las personas que han logrado llegar a la cumbre del éxito empresarial, cuentan con pocos amigos (si es que tienen alguno). Además, luchan por mantener la paz en el hogar y a menudo viven al borde del precipicio de la desilusión, inclusive, de la desesperación. En nuestro estudio sobre el libro de Eclesiastés, llegamos a una sección en este “diario” de Salomón que trata del vacío que sienten aquellos que logran llegar a la cumbre; pero que por una razón u otra, llega a ser un individuo solitario y frustrado… y si escucha con cuidado, usted casi puede oír el clamor solitario que brota de sus labios. 

Eclesiastés 3:16-22 En el último párrafo del Eclesiastés 3, nos encontramos con Salomón a solas, sumido en sus pensamientos… pensamientos que son perturbadores y dolorosos. Había estado muy ocupado en diversas actividades y proyectos, tales como las extensas obras de construcción de edificios, la plantación de jardines, la excavación de depósitos de agua y canales de riego. Además, había dado rienda suelta al disfrute de todos los placeres y formas de entretenimiento, y una docena de cosas más (Eclesiastés 2:4-10). Sin embargo, al llegar a esta porción de su diario, vemos que el rey se aparta de su labor por un momento y comienza a reflexionar acerca de las injusticias de la vida. Al hacerlo, admite su desilusión y confusión, volviéndose un escéptico pesimista ante las desigualdades, el trato injusto, la codicia, el orgullo y la forma tan animal que tienen muchas personas para tratar a sus semejantes. En este pasaje podemos notar su punto de vista humanista y las conclusiones que saca sobre lo que es vivir la vida “bajo el sol”.