Bueno para algo

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.Juan 3:16

Normalmente las cosas no me afectan. Pero el otro día, cuando estaba en un restaurante, casi me enfureció escuchar lo que un padre le dijo a su hijo tras haber derramado su refresco.

En tono muy cruel, el padre le dijo: “¿Para qué eres bueno?”, a lo que el niño  murmuró: “Supongo que para nada”.

Desde entonces he pensado mucho sobre esa conversación. Me pregunto si somos buenos para algo, siendo que diariamente cada uno de nosotros hacemos muchas cosas que están mal.

A la pregunta: “¿Para qué somos buenos?, el Señor responde: “Te diré para qué eres bueno. Eres bueno para amar”. Es por ello que envié a mi Hijo a que tome tu lugar bajo la ley, y es por ello que él murió y resucitó por ti”.

Y si alguien se pregunta para qué es bueno Dios, también hay una respuesta.

La lista es bastante larga, pero primero está su capacidad de amar a las personas, aún cuando nos equivocamos continuamente. Dios nos ama aún cuando pecamos, cuando cometemos errores, cuando tambaleamos, y cuando caemos.

La experiencia me dice que es muy posible que muchos de los lectores de estas devociones diarias creen que no son buenos para nada. Los problemas en su trabajo, con su familia, o con sus clientes muchas veces le hacen sentir como que no vale nada.

Si ese es su caso, le invito a que recuerde que el Señor cree que usted es bueno para amar.

ORACIÓN: Padre celestial, gracias por enviar a tu Hijo para ser mi Salvador. Permite que vea en él la grandeza de tu gracia y las maravillas de tu amor. En su nombre. Amén.

© Copyright 2010 Cristo Para Todas Las Naciones  

CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES 
660 Mason Ridge Center Dr. 
St. Louis, MO 63021 
1-800-972-5442 
camino@lhm.org 
www.paraelcamino.com