Alaben su nombre

Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.Salmos 100:4

El otro día, conduciendo a lo largo del rio Mississippi, vi dos águilas volando libremente, subiendo, bajando, y dando majestuosos círculos.

Aun cuando lejos estoy de ser un experto en águilas y su comportamiento, me pareció que esas águilas no estaban cazando o buscando algo, sino sencillamente disfrutando el volar y el cielo que Dios les concedió.

Me pregunto cuántos hijos de Dios se olvidan de seguir el ejemplo de esas majestuosas aves.

Dios nos ha concedido, a través del sacrificio de su Hijo, el perdón de nuestros pecados. Por la misericordia divina, el Espíritu Santo nos permite elevarnos más allá de las preocupaciones y problemas mundanos de esta tierra.

Él ha sembrado júbilo en nuestros corazones y la capacidad de disfrutar sus abundantes regalos.

Por lo que, si usted puede... y especialmente si no puede... tome un tiempo y haga aquello para lo que Dios lo ha creado: alabarlo a Él y disfrutar cada día.

ORACIÓN: Padre celestial, te alabo y te doy gracias por el perdón obtenido para mí por el Salvador. Tú verdaderamente eres un Dios de amor. Enséñame a disfrutar de todo lo que me has dado, y a alabarte por todas las bendiciones que iluminan mis días y traen paz a mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.

De una devoción escrita originalmente para “By the Way”

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