Merodeando
Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. 1 Pedro 5:8-9
Todo el mundo sabe, incluso los niños, que uno debe mantenerse alejado de los leones hambrientos. Lo cual significa que también se debe evitar a un cocodrilo hambriento de más de 2 metros de largo.
¿Qué tiene que ver un cocodrilo de 2 metros de largo? Que uno apareció en un pasillo de una escuela en Tampa, Florida. Los maestros mantuvieron alejados a los niños, y encerraron al cocodrilo en el baño de varones hasta que llegaran las autoridades.
Uno de los maestros dijo: “Nunca se puso agresivo. En el único momento en que se enojó un poco fue cuando le pusieron la soga para llevarlo”.
Debo aclarar que, lamentablemente, el diablo no se deja contener así de fácil.
No. El ‘padre de toda mentira’ es demasiado astuto. Cuando uno cree que lo tiene controlado porque ya ha descifrado sus tentaciones, se aparece por otro lado con algo totalmente imprevisible.
Esa es una de las razones por las que necesitamos estar siempre bien cerca del Salvador. Jesús se encontró muchas veces frente a frente con Satanás, y siempre salió victorioso. Pero ninguno de nosotros puede decir lo mismo.
Sin embargo, sí podemos confiar en Jesús, el Señor crucificado y resucitado que nos da sabiduría, coraje y fuerza para resistir las tentaciones del diablo, y que nos perdona cuando fallamos y caemos víctimas de él.
ORACIÓN: Señor y Salvador, te pedimos que nos des la capacidad para resistir las tentaciones que el diablo pone en nuestro camino, y confianza en que tú nos perdonas aun cuando caemos en la tentación. En tu nombre. Amén.
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