Problemas
Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.2 Corintios 12:10
Hasta donde puedo darme cuenta, no hay nadie que no tenga algún problema.
No hace mucho leí acerca de un hombre que, aunque era rico, parecía tener más dificultades que nadie.
Con cierto grado de sinceridad este hombre rico le dijo a su pastor: “Pastor, le doy $5,000 dólares ahora mismo si me ayuda a deshacerme de estos problemas”.
Amablemente, y con una sonrisa, el ministro le respondió: “De hecho, justamente ayer estuve en un lugar donde habían muchas personas, y ninguna de ellas tenía problemas. ¿Le gustaría ir?” A lo que el hombre dijo que sí.
El ministro continuó con la siguiente invitación: “Mañana por la tarde, entonces, lo llevaré al cementerio de la iglesia; los que están allí son las únicas personas que conozco que no tienen problemas”.
Esa forma de pensar pone las cosas en perspectiva, porque si tenemos problemas:
Significa que estamos vivos;
significa que nuestros problemas tienen solución; y
significa que aún hay esperanza.
Sobre todo, significa que podemos apoyarnos en el Señor, y pedirle que nos ayude a resolverlos.
Aunque sea una forma extraña de ver las cosas, si usted está pasando por un momento difícil y se siente descorazonado, le invito a que recuerde que sólo hay un lugar donde no existen los problemas.
ORACIÓN: Padre celestial, ayúdanos a descansar nuestros problemas y temores en ti, porque sólo tú puedes ayudarnos a lidiar con los problemas diarios. Sólo en ti podemos encontrar paz. En el nombre del Salvador. Amén.
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