Somos perdonados

Si confesamos nuestros pecados Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. 1 Juan 1:9

En marzo del 2005, el beisbolista profesional Mark McGwire fue interpelado por el Congreso de los Estados Unidos. Cuando le pidieron que dijera si había usado esteroides, comentó: "No he venido para hablar del pasado".

Aparentemente algo cambió, ya que posteriormente Mark McGwire confesó públicamente que en 1998, cuando tuvo su mejor desempeño como atleta, estaba usando esteroides.

Inmediatamente después de su confesión ante las cámaras, los comentaristas comenzaron sus evaluaciones. Para algunos, su confesión fue tardía; para otros, insuficiente, y para otros, carente de sinceridad.

En mi opinión, Mark McGwire me pareció más héroe cuando concluyó su emotiva confesión, que durante sus gloriosos momentos deportivos.

Por supuesto que algunos preguntarán: ‘¿Cómo sabemos si fue sincero?' Aun cuando nadie puede asegurar su sinceridad, tampoco a ninguno de nosotros nos corresponde juzgarla. El único que puede juzgarlo es Dios, y el Señor sabe lo que McGwire lleva en su corazón.

Pero es mi oración que su confesión haya sido sincera. Después de todo, cuando confesamos nuestros pecados, el Señor ha prometido ser fiel, justo y misericordioso, y perdonarnos esos pecados.

Jesús nació para que seamos perdonados. El Salvador llevó nuestros pecados a la cruz para que podamos ser limpiados.

Si ese perdón le pertenece a Mark McGwire, así como a todos los que hemos sido llamados a la confesión y al Cristo, doy gracias al Señor.

ORACIÓN: Padre celestial, te doy gracias por haber enviado al Espíritu Santo para darme fe en Cristo. Te pido que otros también sean movidos por tu amor y confiesen con corazones sinceros sus pecados, para así recibir tu perdón y vida eterna. En el nombre de Jesús. Amén.

© Copyright 2010 Cristo Para Todas Las Naciones 

CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES 
660 Mason Ridge Center Dr. 
St. Louis, MO 63021 
1-800-972-5442 
camino@lhm.org 
www.paraelcamino.com