Ninguna iglesia para los "ningunos"

Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15

¿Conoce a alguien que se autodenomine como "ninguno"?

No tenía idea de quiénes eran los "ningunos" hasta que leí un artículo en un periódico de la ciudad de Dallas, Texas, que hablaba acerca de los norteamericanos que no se identifican con ninguna religión.

Se llama de "ningunos", decía, a quienes, cuando se les pregunta qué religión profesan, contestan "ninguna". Y luego daba las explicaciones de los expertos acerca de por qué algunas personas son parte del grupo de los "ningunos".

Uno de ellos, dij "En el mundo de la prensa, los ‘cristianos' son constantemente presentados como personas cerradas e intolerantes. Se los define por las cosas con las que están en contra, y no por las que defienden. Siempre se los asocia con el juzgar a los demás, pero rara vez se los asocia con el amor".

Otro dij "Históricamente, el cristianismo ha sido usado como una excusa para promover guerras, cruzadas, inquisiciones, y otras cosas terribles".

Un tercero agregó: "En los últimos 50 años han surgido grupos de apoyo de todo tipo, lo que ha hecho que la religión parezca algo no sólo pasado de moda, sino también innecesario".

Y uno más, dij "En general, la religión no ha logrado contestar satisfactoriamente las preguntas difíciles acerca de los misterios de la existencia humana y del sentido y propósito de la vida, ante un mundo que ha perdido su imaginación".

De acuerdo a estos expertos, los cristianos no hemos hecho muchas cosas bien. Y, si tienen razón, es una vergüenza.

Quizás sea por eso que San Pablo nos alienta (así como alentó a Timoteo) a que nos esforcemos en compartir la verdad de la Palabra de Dios para que, por el poder del Espíritu Santo, no tengamos nada de qué avergonzarnos. Porque es cierto que, aun cuando no es totalmente injusto, quienes no son cristianos juzgan al Salvador por lo que los cristianos hacemos y decimos.

Seamos entonces buenos espejos de nuestro Redentor para reflejar con mayor precisión el sacrificio que él hizo por todos los "ningunos" que buscan razones para no tener que creer en él.

ORACIÓN: Querido Señor Jesús, te doy gracias por tu sacrificio en la cruz. Enséñame a mostrar a los "ningunos", con mis palabras y mis acciones, las maravillas de la salvación que tu vida, muerte y resurrección han logrado. En tu nombre. Amén.

© Copyright 2010 Cristo Para Todas Las Naciones  

CRISTO PARA TODAS LAS NACIONES 
660 Mason Ridge Center Dr. 
St. Louis, MO 63021 
1-800-972-5442 
camino@lhm.org 
www.paraelcamino.com