Dios nos enseña a perdonar
No resistan al que es malo, sino que a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, preséntale también la otra. - Mateo 5:39
“¿Perdonar es olvidar? ¡Nunca!” Eso es lo que dicen muchas personas. Quién sabe, quizá hasta tú mismo lo hayas dicho o pensado en alguna oportunidad. Es que a todos nos cuesta mucho lidiar con las ofensas y el sufrimiento que los demás nos causan, y generalmente nos quedamos enojados y con rabia.
Si no tenemos cuidado de esos momentos, podemos terminar cayendo en la amargura, el odio y la venganza. Porque quien no perdona, no es feliz. Quien permanece masticando el disgusto y el enojo del pasado, sufre el doble. Y quien se deja llevar por los deseos de venganza, es como si tuviera un cáncer carcomiendo su interior. Entreguemos las ofensas a Dios, y confiemos en su paz y restauración.
ORACIÓN: Señor, ayúdame. Permite que el amor de Jesús llegue a mi corazón y me libre del rencor y el resentimiento. Enséñame a vivir nuevamente en la alegría del perdón. Amén.
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