La palabra santo significa “apartado” para un propósito específico –así como los manteles y los platos que usted utiliza en los días festivos. Como un lugar en donde la verdad de Dios y la de Su Palabra es modelada, su hogar puede ser un lugar santo –apartado para que Sus hijos crezcan. “¿Nuestro hogar? ¿Santo?” ¡Sí! Pero. . .

Comienza desde Arriba.

 

La decisión de hacer su hogar un lugar santo comienza con la elección suya y la de su pareja al hacer su relación con el Señor parte de sus vidas diarias. Invite a Dios a ser parte de todas sus conversaciones, decisiones y relaciones que entran por su puerta. Al orar juntos, recuerden las cosas pequeñas. Recuerden también, la conversación espiritual no es reservada únicamente para el domingo.  De hecho, muchas veces…

 

Suceden Cenando Juntos.

 

En medio del “pásame las zanahorias” y “mastica con la boca cerrada, por favor” a menudo se presenta la oportunidad de hablar acerca de cómo su vida y la de sus hijos son diferentes porque aman a Dios. Como padre, ¿Por qué no comparte algo de lo que ha aprendido en su estudio bíblico, o algo que haya descubierto durante su tiempo de oración? Invite a que sus hijos participen –quizás hasta usted se sorprenderá de lo que Dios está haciendo en sus corazones. Pero recuerde…

 

Se Necesita de Un Buen Ojo.

 

El buen discernimiento es necesario para detectar encrucijadas importantes en la madurez espiritual de sus hijos. ¿Cuáles son las preocupaciones de ellos? Las preguntas y observaciones de la vida que ellos  proporcionan nos proveen el tiempo preciso para hablar acerca de temas espirituales. Estos momentos de enseñanza llegan cuando usted menos lo espera. A veces vienen ingeniosamente envueltos en el congestionamiento de tránsito, en las salas de espera, en el montón de platos por lavar o en la mesita del desayunador. Los momentos importantes toman lugar cuando usted modela su relación con Dios como parte natural de su vida diaria. En éstos momentos esenciales…

 

Importa Lo que Usted Dice.

 

Importa lo que dice y cómo lo dice. Si su tono de voz cambia cada vez que usted utiliza el vocabulario espiritual, sus hijos deducirán que su relación con Dios es falsa. Sea real. Deje que su conversación acerca de Dios sea tan natural como las conversaciones que usted tiene con ellos acerca de sus amigos o de su familia. Foméntelos a hacer preguntas, aunque usted no sepa las respuestas. A ellos no les importará que usted no sepa, siempre y cuando usted descubra la respuesta junto con ellos en la Palabra de Dios. Y ya que estamos hablando acerca de hablar…

 

Importa Cómo Usted Ora.

 

Cuando usted se hizo padre, desde ese momento en adelante, usted decidió que su corazón latiera fuera de su cuerpo. A veces, el único tipo de comunicación que alcanza a sus hijos, son las conversaciones que usted tiene con Dios acerca de ellos. Al orar, piense en el día de sus hijos. ¿Qué tipo de desafíos enfrentan? Ore por la fortaleza de ellos mientras plancha sus camisas, ore por la salud de ellos mientras prepara comidas saludables. Ruegue por protección de ellos al verlos con sus amigos. Ore por ellos con su cónyuge después de arroparlos en la noche. El resultado será…

 

Un Crecimiento Más Cercano a Dios Como Familia.

 

Como padres, decidan ser de influencia espiritual en su hogar –apartándolo para ser un lugar en donde su relación con Dios sea tan real como el lavadero de cocina. Juntos, sirvan a Dios al servirse el uno al otro –con una sincera atención y con la disposición de involucrarse en el continuo crecimiento del conocimiento del plan de Dios para cada miembro de su familia.

 

Sacado de “An Ordinary Home Can Be a Holy Place,” Insights, Marzo 2000. Copyright © 2000, Insight for Living. Todos los derechos reservados mundialmente.