Podemos aprender mucho en cuanto a nuestra relación con Dios al estudiar la vida de Pedro. Desde su audaz afirmación de que Jesús es el Hijo de Dios, la fuerte reprensión por su arriesgada defensa de Jesús en el huerto, hasta la cobarde negación de Jesús en el patio de sumo sacerdote, la jornada de Pedro con Jesús representa un estudio de contradicciones. Pero, después de la muerte y resurrección de Jesús, una reunión con el Señor resucitado le enseñó a Pedro que ser un líder requiere una importante cualidad: ser un buen seguidor.
Vivimos tiempos difíciles. Cuando nos golpean el dolor, la angustia, los reveses y los desvíos, pueden ser devastadores por completo. Sin embargo, ¡no tienen por qué serlo! Podemos soportar calamidades inesperadas si nos aferramos a las promesas de Dios. Llenas de pasajes de las Escrituras, en estas páginas encontrará el ánimo que no solo necesita para sobrevivir a los tiempos difíciles, sino para prosperar en medio de ellos.