Cosas inusuales terminadas

“Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.”Juan 19:30

Tengo en muy alta estima a los médicos. Sin embargo, aun los miembros de tan dedicada profesión y vocación a veces dejan un trabajo incompleto.

Un “trabajo incompleto” fue la razón por la que un neurocirujano de Carolina del Norte fue suspendido. Quienes participaron en el caso consideraron que fue una negligencia que el doctor se fuera a almorzar en medio de una operación por un aneurisma. Consideraron que fue de mal gusto dejar expuesto el cerebro de un paciente sin la presencia del médico.

Son muchas las cosas que podemos dejar sin terminar en esta vida. Las generaciones que nos sigan no van a recordar si todas las noches lavábamos los platos, o si cada día hacíamos la cama. Hay sólo dos cosas, creo yo, que tenían que ser terminadas.

La primera fue completada cuando Jesús expiró por última vez en la cruz y resucitó en Pascua. En ese momento, la salvación fue garantizada para todos los que creen. La segunda es completada cuando el Espíritu Santo obra la fe en nuestros corazones. En ese momento la salvación se hace nuestra. Con estas dos cosas terminadas, todo lo demás pasa a un segundo plano.

ORACIÓN: Querido Señor, permite que mis días comiencen y terminen con alabanzas por tu bondad. Amén.

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