Salvado en el último momento

Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás dónde vivir. Salmo 37:27

Según los testigos oculares, el conductor de un camión tiene suerte de estar vivo. Es que, cuando iba a cruzar las vías del tren, el camión se le paró… en el preciso momento en que venía un tren de carga. En el último segundo antes de que el tren lo embistiera, el conductor logró saltar del camión, salvando así su vida.

Si bien esto es algo muy bueno, sería mejor todavía nunca verse envuelto en semejante peligro… especialmente peligro espiritual.

Pero, lamentablemente, son demasiadas las personas que nunca se toman en serio su destino eterno… sencillamente no piensan qué les ocurrirá si no tienen un Salvador. Algunas veces esto funciona, y justo al último momento de sus vidas son llevadas a la fe. Pero, ¿por qué arriesgarse? Por qué exponernos a que el tren de la muerte nos atrape.

Quizás por eso es que el salmista escribió: “Apártate del mal y haz el bien”. Los apóstoles lo dijeron mejor: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”. Hoy es el día señalado, el día de la salvación.

Es verdad que la mayoría de los lectores de estas devociones son cristianos, pero quizás usted conozca a alguien que no lo es… alguien que espera el último minuto… o que simplemente no espera. Si usted conoce a alguien así, preséntelo en oración al Señor.

ORACIÓN:  Señor Dios, hoy oro por un amigo que ha estado posponiendo tener una relación contigo. Como cristiano, sé que es peligroso ignorar la vida, sufrimiento, muerte y resurrección de Jesús, quien murió para que tengamos vida. Haz que mi amigo sea traído a ese maravilloso y bendito conocimiento de la fe. En el nombre del Salvador. Amén.

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