Un Adviento radical
Del tronco de Isaí brotará un retoño; un vástago nacerá de sus raíces. Isaías 11:1
Se acerca otra Navidad. Otra vez salir a hacer compras. Otra vez a sacar los mismos adornos, a buscar la misma lista de direcciones para mandar las tarjetas, y a preparar las mismas comidas mientras escuchamos las mismas canciones. Para muchas personas ésta es la época más linda del año, pero hasta la misma Navidad se puede volver tediosa. Muchos se deprimen en esta época del año cuando se encuentran con los mismos problemas del año pasado y ven frustradas sus esperanzas de tener una Navidad distinta del año anterior.
¿Qué sucedería si dejáramos de lado todo lo tradicional y familiar? ¿Qué pasaría si pudiéramos experimentar el Adviento (la espera), y la Navidad (el regalo), como si fuera la primera vez?
Ser "radical" significa cortar algo hasta la raíz. Ese es el corazón de la promesa que Dios le hace esta Navidad. Su primera promesa de Navidad fue radical: comenzó con una semilla - la semilla de Eva - y de esa semilla vino el fruto, el regalo que Dios quiere darle. ¿Puede esperar un mes? A medida que vaya leyendo estas devociones, preste atención a cómo la promesa de Dios se va a ir transformando de semilla en raíz, de raíz en rama, y de rama en fruto.
Si quiere que esta Navidad sea una Navidad Radical, no se apresure ni se adelante. Aproveche esta época de Adviento para experimentar la larga espera del pueblo de Dios a través de cientos de generaciones. Aparte un momento cada día para pensar por dónde aparecerá la raíz del amor de Dios en su vida.
ORACIÓN: Señor Jesús, mi vida y mi mente están ocupadas con demasiadas cosas. Despeja todo lo que obstruye mi comunión contigo, y ayúdame para que, en esta época de Adviento, me prepare para tu venida. Amén.
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