No quiero
Yo me alegro cuando me dicen: "Vamos a la casa del Señor". Salmo 122:1
Estoy seguro que, cuando el Rey David escribió este texto, estaba realmente contento de ir a la casa del Señor. Algo que en estos días, y según las estadísticas, muchos cristianos no siempre comparten.
Pero la mayoría de nosotros no nos resistimos tanto a ir a la iglesia como un muchacho de la ciudad de Plain, en el estado de Utah. Dos oficiales de policía lo encontraron en su casa, donde había ido a esconderse después de haber tratado de huir manejando el auto de sus padres.
Cuando su padre le preguntó por qué había hecho eso, simplemente contestó que se había escapado ‘porque no quería ir a la iglesia'.
¿Mencioné que el joven del que hablo tiene sólo siete años de edad? Demasiado joven para comparecer ante la justicia… pero lo suficientemente grande como para saber lo que es correcto.
La mayoría de nosotros tenemos días en los que no nos sentimos con ganas de estar con nuestros hermanos en la iglesia. Cada vez que esto me sucede, recuerdo a un hombre de una de mis congregaciones que estaba bastante sordo. Era tan sordo, que aún nuestros audífonos con amplificador no le ayudaban. Sin embargo, él era uno de nuestros más asiduos feligreses.
Un día le escribí en un papel: "Si no puede oír ni el sermón ni la música, ¿cómo es que viene a la iglesia tan regularmente?" Él me contestó: "Quiero que mis vecinos sepan de parte de quién estoy".
Este hombre reconocía que no vamos a la iglesia sólo por nosotros, sino que también vamos para apoyar a las otras personas que están allí… a dar nuestro testimonio… a mostrar nuestro agradecimiento al Señor por lo que ha hecho por nosotros a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Es algo en qué pensar al acercarse el próximo domingo… y el domingo después de este.
ORACIÓN: Señor Jesús, cuando el diablo nos tiente diciend "no tienes por qué ir a la iglesia", ayúdanos a contestar: "quiero que el mundo sepa que estoy del lado del Salvador, quien dio su vida para darme perdón y vida eterna". En tu nombre. Amén.
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