En el Nuevo Testamento vemos tres Pedros distintos, pero todos son el mismo hombre. En los Evangelios, su nombre es Simón, que está arriba y abajo, caliente y frío, impulsivo, pero Jesús lo llama Pedro, una “roca”. Después de Pentecostés, vemos a un Pedro lleno de poder. Finalmente, vemos a un Pedro anciano y sabio, el apóstol de la esperanza. Él quiere consolar a esta gente en su sufrimiento. Es tema es conocer verdaderamente a Dios a través de Jesucristo.