El tema de la epístola escrita por Santiago, el hermano de Jesús, es la santificación que impulsa la vida y el ministerio. Aquello que uno realmente cree es lo que uno hace. Todo el resto son meras palabras religiosas. Las obras son una parte tan fundamental de una fe viva como el aliento es para un cuerpo vivo. Santiago nos dice que la Segunda Venida de Jesucristo será la solución última para todos los problemas que tenemos aquí en la tierra. Santiago nos dice que nos quitemos las máscaras y seamos sinceros los unos con los otros.