El escritor de Hebreos dice, «Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella» (Hebreos 12:11 NTV). ¡Esto es verdad! Especialmente si el dolor es inmerecido, resultado de un malentendido o de falsas acusaciones, o de un juicio erróneo. José fue vendido en esclavitud, forzado a aprender un nuevo idioma y estilo de vida, acusado de intento de violación y, finalmente, encarcelado. Encima de todo, aunque fue modelo de comportamiento y por ende, merecía pronta liberación, el hombre que podía haber solicitado su perdón, pronto se olvidó de él. ¡Eso duele!
Toda persona ansía ver a su alrededor un liderazgo convincente. Alguno con el carácter de Nehemías. Este ilustre personaje no solo se destacó como gran líder en el área de los negocios y la política del Antiguo Medio Oriente, también fue un constructor que se caracterizó por un estilo de vida humilde y cordial. Dios quiere formar en su vida las mismas cualidades de Nehemías.