¿Cuál es la respuesta apropiada, la respuesta bíblica, cuando alguien que usted ama tiene Alzheimer? ¿Cuida de esa persona? ¿Contrata a alguien más para que le dé cuidado? Para el doctor Robertson McQuilkin, la decisión era simple. Él cuidaría de su esposa Muriel. Pero él no esperaba necesariamente lo mismo de sus hijos.