Una de las formas para evitar los conflictos de pareja esta en reconocer que hombres y mujeres somos diferentes. Jesús también hizo la pregunta: “¿Acaso no han leído que, desde el principio, Dios los creó varón y hembra?” Entonces, somos diferentes, rosados y azules. No estamos mal, solamente somos diferentes, a menos que haya un comportamiento pecaminoso claro.