El poder de Dios se demuestra a lo largo del libro de Éxodo. La confrontación entre Moisés y el faraón es un paralelo de lo que Satanás intenta hacernos hoy. A Satanás, como al faraón, no le importa que las personas sean religiosas, siempre que no salgan de “Egipto” o “vayan demasiado lejos”, o incluyan a sus hijos, o sus posesiones en la adoración. Aprenda cómo la liberación del pecado requiere una serie de milagros que son un paralelo de los que Dios realizó cuando liberó a los israelitas de Egipto.
