Debemos volver a ver la imagen completa de las Escrituras que dice: “He aquí, los hijos son un regalo de Dios”. ¿Qué hará con ese regalo cuando no le gusta? Debe recibirlo una y otra y otra vez y debe depender en el dador que le dio ese regalo. Ese es el mensaje de los hijos para nosotros como padres y es el plan de Dios para nuestras vidas como pareja de casados.