Hoy seguiremos aprendiendo más sobre el corazón de Dios, cuando se trata del tema de la adopción. Estamos hablando que el corazón del Padre late por los que no tienen hogar, pero Dios nos da una responsabilidad, y las Escrituras son claras al decir que el cuerpo de Cristo, la familia de Dios, tiene una responsabilidad. El Salmo 82, versículos 3 y 4 nos manda a reivindicar a los indefensos y a los huérfanos, a hacer justicia a los afligidos y a los destituidos, a rescatar a los débiles y a los necesitados, a librarlos de la mano de los malvados.