Pedro escribió a los cristianos judíos dispersos en toda Asia Menor que estaban sufriendo y estaban siendo perseguidos. Pedro sabía que la persecución empeoraría. Al hablar de su sufrimiento, Pedro no enseñó una teología de la prosperidad. El apóstol da algunas perspectivas maravillosas acerca de por qué Dios permite que su pueblo sufra. Pedro habla de la elección y de nacer nuevamente. Según Pedro, existe la concepción espiritual, un período de gestación espiritual y la crisis de nuevo nacimiento.