El primer problema que trata Pablo es el de la división; los creyentes estaban divididos acerca de los líderes que seguían. El mensaje de Pablo era que debemos seguir a Cristo y no a líderes humanos. Pablo enseña que solo el Espíritu de Dios enseña cosas espirituales al hombre. No podemos aprender verdades espirituales simplemente a través de nuestros ojos, oídos o corazón humanos. Debemos aprender verdades espirituales a través del Espíritu Santo, que nos da la capacidad para conocer y entender los pensamientos de Dios.