El profeta Elías tuvo un encuentro con una madre sola, agotada y sedienta: la viuda de Sarepta. La compasión del profeta hacia esta desdichada mujer, modela para nosotros la gran necesidad de un ministerio de misericordia hacia las madres y los padres solos en nuestras iglesias.
Vivimos tiempos difíciles. Cuando nos golpean el dolor, la angustia, los reveses y los desvíos, pueden ser devastadores por completo. Sin embargo, ¡no tienen por qué serlo! Podemos soportar calamidades inesperadas si nos aferramos a las promesas de Dios. Llenas de pasajes de las Escrituras, en estas páginas encontrará el ánimo que no solo necesita para sobrevivir a los tiempos difíciles, sino para prosperar en medio de ellos.