Además de su experiencia cuando se encontró con Jesús en el camino a Damasco. Pablo aprendió acerca de Jesús en el desierto de Arabia, y fue llevado al cielo, donde recibió revelaciones demasiado profundas como para expresar en palabras. Pablo recibió también un “aguijón” en la carne, un mensajero de Satanás. Nadie sabe precisamente qué era este aguijón, pero está claro que Dios lo usó para que Pablo se mantuviera humilde y para usar la debilidad de Pablo para mostrar Su fuerza. A Dios le agrada mostrar Su suficiencia a través de nuestra insuficiencia.