En Romanos 12 a 16, Pablo hace énfasis en la aplicación práctica de las verdades que ha compartido con relación a Dios, la iglesia, los demás creyentes, el gobierno, el mundo y nosotros. Pablo habla específicamente de la hospitalidad, el servicio, el perdón, la oración, el honor, de ser un ejemplo, de las áreas grises de la vida y de cómo dejar que el amor indique cómo debemos responder a las diferencias de opinión. Pablo finaliza con su meta principal: alcanzar al mundo con el evangelio de Jesucristo.